Será doctor que pido mucho, o que me conformo con poco? Que sigo cuerdo o estoy totalmente loco, o será que la vida no es otra cosa que un racimo de antojos. Y la que paga los platos rotos siempre es ella, la de a deveras, la que me cuida, la que me entibia mis noches de tanto frio... La que me espera, la que me aguanta.
La enemiga del fantasma en mi cabeza... Me la construyeron puritana e inteligente, buena para la cocina y muy decente. Tan irreal que existiria solo en mi mente y nada más. Pero insisto en compararla con ella. Ayudame Freud.