
Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver, porque yo por ti la vida daba; Porque todo lo que empieza acaba.
Porque nunca tuve más razones para estar sin él, porque cuesta tomar decisiones, porque se que va a doler.
Él era un fabricante de mentiras.
Él tenía las historias de cartón.
Su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón.
Ella era una típica inocente, zapatos negros, medias de algodón.
Que sólo era feliz en el colegio.
Querrán saber el fin de nuestra historia…
La niña que sin pena y sin gloria.
Pero hay algo que no se puede explicar: ¿Por qué la niña ríe en vez de llorar?