
Parece que mi cámara lenta ya perdió la cuenta, y no está contenta. Mi muñeco vudú se perdió en la tormenta, con mil alfileres clavados, en mi corazón en venta, que nadie viene a comprarlo.
Ya me di cuenta, ¡me lo dijo mi corazón en venta!
Él era un fabricante de mentiras.
Él tenía las historias de cartón.
Su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón.
Ella era una típica inocente, zapatos negros, medias de algodón.
Que sólo era feliz en el colegio.
Querrán saber el fin de nuestra historia…
La niña que sin pena y sin gloria.
Pero hay algo que no se puede explicar: ¿Por qué la niña ríe en vez de llorar?