
Tu nombre olvidé yo preguntar, dónde vives y cómo te gusta. Tengo que advertirte, tienes que saber, que yo no estaré al amanecer, crees que solo te quiero para una vez, pero sabes que, dos estaría bien.
Él era un fabricante de mentiras.
Él tenía las historias de cartón.
Su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón.
Ella era una típica inocente, zapatos negros, medias de algodón.
Que sólo era feliz en el colegio.
Querrán saber el fin de nuestra historia…
La niña que sin pena y sin gloria.
Pero hay algo que no se puede explicar: ¿Por qué la niña ríe en vez de llorar?