Siento que desde aquel momento que te vi descifré que nunca serias para mi.
Que tal vez, conocerte fue mi error, o quizás el amor se equivocó.
Y cada que pienso en ti, se enciende mi corazón. Y nada es más triste que hoy hablar de ti.

Él era un fabricante de mentiras.
Él tenía las historias de cartón.
Su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón.
Ella era una típica inocente, zapatos negros, medias de algodón.
Que sólo era feliz en el colegio.
Querrán saber el fin de nuestra historia…
La niña que sin pena y sin gloria.
Pero hay algo que no se puede explicar: ¿Por qué la niña ríe en vez de llorar?